La primera parte de su Biblia es el Antiguo Testamento y comprende el 75% de la Biblia. Estas páginas relatan la historia de la creación del mundo por Dios, y Su trato hacia su pueblo escogido, Israel, a través de poemas, cuentos, cantos, proverbios, alabanzas, historias y profecías.  Pero tres temas principales sobresalen: el predominio de Dios, la promesa de Dios y la presencia de Dios.  El predominio de Dios porque esta es la Palabra de Dios.  Él es la fuente de toda esta verdad y el objeto principal de todos estos libros.  Él es el Dios soberano, creador de todo, Señor sobre lo visible e invisible, sobre el pobre y el rico, el judío y el gentil.  La promesa de Dios porque Dios prometió enviar a un hombre especial llamado el Mesías, para ser el Salvador de toda la humanidad a través de una vida santa, su muerte expiatoria por todos los pecados, y a través de su resurrección de entre los muertos.  La promesa de Dios es la esperanza de la humanidad.  La presencia de Dios porque Dios ama estar con su pueblo, Su ayuda omnipresente en tiempo de prueba.  El nombre personal de Dios, YHWH, significa ´YO SOY EL QUE SOY´ (El gran "Yo soy", "Yo estoy Aquí".  El está con Su pueblo en la columna de humo y la columna de fuego en el desierto, en el Tabernáculo acampando en medio de Su pueblo, en el Templo en Jerusalén en el corazón de la nación, y cuando está con un individuo, esa persona prospera.   Estos tres temas representan perfectamente las tres manifestaciones divinas de la Trinidad. El predominio de Dios es todo sobre Dios Padre; la palabra de Dios es todo sobre Dios Hijo, Jesucristo; y la presencia de Dios es todo sobre el Espíritu de Dios.  Por lo tanto, las Escrituras fueron escritas para totalmente explicarnos a Dios, Padre, Hijo y el Espíritu Santo.