Lección 34: Cuando estás enfermo (parte 2)
Lee Santiago 5:13-18 - https://www.bible.com/bible/103/JAS.5.NBLA
Basado en Isaías 53:5, podemos confiar que es la voluntad de Dios que todos sean sanados —más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros sanados. (Isaías 53:5)
Pedro entendió esto y lo usó así en una cita cuando escribió el Libro del Nuevo Testamento de 1 Pedro 2:24 - «El cual llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.»
* ¿Cuáles son las 3 preguntas de Santiago en este pasaje: Santiago 5:13a _____, Santiago 5:13c _____, Santiago 5:14a _____
Santiago, entonces, da tres respuestas:
- Santiago 5:13b - que ore. David hizo lo mismo en el Salmo 18:4-6. Escucha lo que dice el Apóstol Pablo en Filipenses 4:6-7, llévalo al Señor en oración.
- Santiago 5:13d - que cante salmos (canciones de alabanza). El ejemplo de David en 1 Crónicas 16:8-10. El apóstol Pablo también instruyó lo mismo en Efesios 5:19-20.
- Santiago 5:14-15 - «que llamé a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor: Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo restaurará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados».
Observa que primero Santiago dice que el que está enfermo debe llamar a los ancianos. Él debe tomar la iniciativa. No hay manera de saber cuando alguien está enfermo a menos que se lo diga. Nuestro primer paso es hacer que otros se den cuenta de la necesidad.
Los ancianos deben desempeñar dos funciones: ungir y orar (v. 14). Santiago no escribió aquí sobre la unción ceremonial. Lo que Santiago requería mediante el uso del aceite era el uso de los mejores medios médicos de la época. Santiago insta a tratar las enfermedades por medios médicos acompañados de la oración. Los dos deben usarse juntos, ninguno excluyendo al otro.
Afortunadamente, nuestros conocimientos médicos han mejorado, pasando del aceite a los antibióticos, las radiografías y la cirugía láser. Al igual que los ancianos de la época de Santiago debían velar porque se aplicara el tratamiento médico adecuado, lo mismo ocurre hoy en día. Santiago recomienda que dejemos los resultados en manos del Señor. Los ancianos debían ungir y orar sobre los enfermos en el Nombre del Señor (Santiago 5:14) pidiendo la voluntad de Dios para la situación.
En conclusión, ¿has observado que Santiago no menciona a los curanderos? Cuando estamos enfermos, se nos dice que llamemos a los ancianos de nuestra asamblea local y que ellos vengan a ungir y orar. Solo hay un sanador divino, Cristo.