Lección 21: La sabiduría de Dios para la familia


 La tercera cosa que necesitamos recordarnos es que no es por casualidad con quien te casaste.


 Salmo 139:16 «Tus ojos vieron mi embrión, Y en Tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.»


Dios es tan Sabio que conoce todo lo que hemos hecho antes de que lo hayamos hecho. Si Dios sabe todo lo que alguna vez haríamos, entonces Él sabe a quién debemos decir «Sí, acepto». Por lo tanto, debe haber una razón sabia para casarnos con la persona con la que nos casamos. Cuando pensamos que fue por casualidad que nos casamos con quien lo hicimos, nuestras prioridades se desordenan y pensamos que nuestra razón principal para casarnos fue solo para tener una persona con quien disfrutar. Entonces, cuando sucede algo con nuestro cónyuge o con la familia de nuestro cónyuge que nos desagrada, y como todo se trata solo de mi disfrute, nos molestamos y empezamos a crear aún más problemas.


La primera razón sabia por la que Dios te ha casado con tu cónyuge es para un campo misionero. Para que quede claro, no estoy diciendo que esté bien que un cristiano se case con un no cristiano. La Biblia claramente advierte en contra de esto. ¿Por qué? Tal matrimonio es como tratar de mezclar aceite y agua; los dos no se pueden mezclar. Tarde o temprano vas a tener problemas.


Sin embargo, cuando dos personas no salvas pueden casarse y más tarde uno de ellos se salva, Dios quiere que el cónyuge salvo comparta el amor de Jesús con su cónyuge para que ellos puedan ser salvos también. Si ambos esposos son salvos, Dios quiere que ambos compartan el amor de Jesús con sus familias no salvas.


Por ejemplo, mi esposa y yo tenemos muchos no-cristianos en nuestras familias y cada vez que nos reunimos para las fiestas, ellos siempre me piden a mí, el predicador, que ore en las comidas. No me importaba orar, pero lo que me molestaba era que, a veces, cuando terminaba de orar, aplaudían. No entendían la oración porque para ellos era algo religioso... así que decidí incluir el Evangelio a propósito. «Oh Dios, gracias por este pavo y gracias porque Jesús murió en la cruz para derramar su sangre por nuestros pecados...». Por alguna razón ya no aplauden como antes. No me doy por vencido porque ellos son mi campo de misión. Veo la sabiduría de Dios detrás de ello.


La segunda sabia razón por la que Dios te tiene casado con tu cónyuge es como campo de entrenamiento. Si queremos pasar de ser un cristiano carnal a un cristiano espiritual, entonces ¿qué mejor lugar para aprender a lidiar con la naturaleza pecaminosa que con un cónyuge que también tiene una naturaleza pecaminosa? ¿Ves la sabiduría de Dios? El pone a dos pecadores juntos para que puedan actuar como un espejo el uno para el otro y exponer los problemas que necesitan ser trabajados. Verás, el matrimonio tiende a sacar no solo lo mejor de ti, sino también lo peor. Si no somos capaces de admitir lo peor, nunca llegaremos a experimentar lo mejor.


No es casualidad que te casaras con quien te casaste, ni que lo hicieras en la familia que lo hiciste. Es por el Creador del universo y una vez que empiezas a ver las sabias razones por las que Él te ha casado con tu cónyuge, entonces tu matrimonio ya no es solo un disfrute personal, ¡se convierte en un poderoso ministerio!


* ¿Qué miembro de la familia te trajo Jesús a la mente al leer esta lección? ¿Podemos orar contigo por esta persona?