Lección 10: Dios es Personal en Todo Momento
Si nos damos cuenta de que Dios es Personal, entonces la cuarta forma en que no le oraremos es con un disparo en la oscuridad. Por ejemplo, ¿qué pasaría si yo llegara a casa y le hablara a mi esposa de esta manera?
«Oh, Brandie, si tan solo pudiera estar contigo. Te echo de menos y quiero estar cerca de ti. Espero que oigas mis gritos. Por favor, ven y estate cerca de mí. ¡Si tan solo pudiera sentir tu presencia de nuevo!»
¡Qué bobada! ¿Pero cuánto más bobo es cuando hacemos eso en la Oración a Dios? ¿Hemos olvidado que Él está aquí con nosotros? ¿Hemos olvidado que Dios es Personal?
Pero ustedes se preguntarán: «¿Saber algo tan básico como que Dios es Personal realmente ayuda a aliviar el dolor y el sufrimiento en los corazones de la gente en todo el mundo?». Dime si es importante prestar atención a lo que te rodea, por lo que les pasó a los hombres de esta historia:
«El río Amazonas es el más grande del mundo. Su desembocadura tiene 90 millas de ancho. De hecho, tanta agua proviene del Amazonas que sus corrientes pueden detectarse a 200 millas en el océano Atlántico.
Y lo irónico es que en la antigüedad muchos marineros quedaban atrapados en las aguas sin viento del Atlántico Sur y comenzaban a navegar a la deriva sin remedio y a morir de sed.
Pero a veces otros barcos de Sudamérica que conocían la zona se acercaban y gritaban: «¿Cuál es su problema?».
Y los otros barcos, nuevos en la zona, exclamaban: «¿Nos pueden dar un poco de agua? Nuestros marineros se mueren de sed».
Y el otro barco gritaba: « Bajen los cubos. Están en la desembocadura del poderoso río Amazonas. Están rodeados de agua dulce».
¡Qué triste era que los marineros de antaño murieran de sed a pesar de estar completamente rodeados de agua dulce. Yo les digo que no es más triste que muchos cristianos de hoy en día que están muriendo espiritualmente de sed porque se niegan a reconocer que Dios, la Fuente de Agua Viva, nos rodea completamente y si tan solo dejáramos caer nuestros baldes de Oración a Él, Él regaría instantáneamente nuestras almas secas y polvorientas. Pueblo de Dios, cuando nos salvamos, Dios no está lejos, escondido en algún castillo de marfil. ¡No! ¡Él está con nosotros dondequiera que vayamos! Dios es personal.
Y este es el asombroso mensaje que podemos decir a las naciones: «¡Dios no solo existe, sino que a través de Jesucristo la gente realmente puede tener una relación íntima y personal con el Creador del universo!». Les aseguro que si el mundo alguna vez va a creer nuestro mensaje, entonces debemos dejar de actuar como ateos prácticos. Debemos empezar a demostrar con nuestros labios, así como con nuestras vidas, que ¡Dios es Personal!
* ¿Cómo cambia tu forma de ver las circunstancias el hecho de saber que Dios te presta una atención personal?