Efesios 6:18 - Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos.


Sin comunicaciones fiables y precisas, la batalla está perdida. El creyente debe mantenerse en constante contacto y comunicación con su Comandante Celestial en cada temporada de conflicto, porque es la única manera en que está capacitado para seguir de cerca la dirección de su Maestro. La Oración es un walkie-talkie en tiempo de guerra, no un intercomunicador doméstico. Es para una misión en la batalla. Se utiliza en el frente de guerra para pedir ayuda al cuartel general. Una de las razones del mal funcionamiento de nuestra Oración es que intentamos tratarla como un intercomunicador doméstico para llamar a un mayordomo por otra almohada, cuando se supone que es un walkie-talkie de guerra para llamar al poder del Espíritu Santo en la batalla por las almas.


La falta de Oración para el Cristiano es como luchar una batalla de un solo hombre cuando todo el tiempo tenemos todo el Cielo a nuestra disposición. No solo es ridículo, es suicida. ¿Por qué te torturarías así? Simplemente, ora y pídele al Espíritu que te guíe y te dé la fuerza para resistir. ¡Ponte la armadura!


¿Con qué frecuencia debemos orar? ¿Qué dice el versículo 18?


*orando en todo tiempo en el Espíritu


*con toda Oración y súplica


*manteneos alerta con toda perseverancia


*suplicando por todos los santos


La oración NO es nuestro último recurso, debe ser nuestro primer recurso. No es un neumático de repuesto en el maletero para usarla solo en emergencias, sino nuestro salvavidas diario, nuestro suministro de aire, nuestro apoyo de oxígeno de Dios en una atmósfera espiritualmente desinflada. Es el aire espiritual que debemos respirar los soldados cristianos.


En ningún período de la vida debe faltar la Oración. Es hablar con Dios en la estrategia constante en la que se libra la guerra. Nuestro pasaje de Efesios comenzó, en el versículo 10, elevándonos a los cielos, y termina poniéndonos de rodillas. La única manera en que podemos estar continuamente en «alerta máxima» es estar continuamente en comunicación con el Espíritu de Dios, porque solo Dios nos hace adecuados en asuntos espirituales.


Necesitamos darnos cuenta de que una Guerra Santa no puede ser llevada a cabo en nuestra propia fuerza impía, sino solamente por el Espíritu Santo de Dios. No caigas en la trampa de pensar que puedes enfrentarte a los poderes sobrenaturales con tu propia fuerza natural. Estarías derrotado (o pronto se sentirá de esa manera) si esa es la forma en que estás pensando. ¡No serás capaz de enfrentarte a tu enemigo invisible!


Orar es simplemente mostrar nuestra dependencia de Dios. Demostramos que necesitamos de Él y de Su fuerza, orando siempre, de todas las maneras. La falta de Oración demuestra nuestra independencia de Dios. Es decir, que no lo necesitamos a Él o Su fuerza en la batalla espiritual que enfrentamos. Sin embargo, ¡nos preguntamos por qué estamos siendo golpeados! (véase 1 Tesalonicenses 5:17).