Efesios 6:18 - Con toda oración y súplica oren en todo tiempo en el Espíritu, y así, velen con toda perseverancia y súplica por todos los santos.


La séptima pieza de la armadura que necesitamos ponernos para la victoria de Dios que Él ya nos ha dado es el Poder de la Oración.


En esta lección vemos la séptima pieza del equipo militar sobrenatural que Dios nos da; dándonos la habilidad de luchar efectivamente y salir victoriosos en nuestra guerra contra los malvados, cuando ellos vienen a nosotros cada día...no si vienen. Esta es la séptima pieza que nos da la habilidad de mantenernos firmes y no ceder o quebrarnos bajo presión cuando el polvo se despeja de la batalla en la que estamos... y simplemente se llama oración. Se menciona cinco veces en solo tres versículos, lo que añade énfasis a su importancia. No lo dijo cinco veces para ninguna de las otras piezas de la armadura, pero para la oración esta es Su manera de llamar nuestra atención sobre ella.


Lo primero que vemos sobre el Poder de la Oración es que proporciona una comunicación constante. Las buenas comunicaciones son de primordial importancia para la conducción eficiente de las operaciones militares y así era con los militares romanos. Utilizaban una forma de comunicación llamada Señalización Militar. Para los mensajes a corta distancia, los oficiales romanos que supervisaban una batalla desde una posición elevada en la ladera de una colina tenían un equipo de corredores cuyo trabajo consistía en correr lo más rápido posible hasta el comandante de otra unidad. Al llegar, transmitían un mensaje verbal o escrito en una tablilla de cera.


En distancias más largas, la utilización de corredores no era un medio de comunicación eficaz. Por ello, los romanos desarrollaron un sistema de comunicación para distancias más largas en el que el legado (general) de las legiones se quedaba en un lugar desde el que podía dar órdenes e instrucciones a las tropas de diferentes maneras. A veces utilizaban mensajeros a caballo para transmitir esas órdenes al frente. Otras veces utilizaban trompetas que eran fácilmente identificables en una batalla para que los soldados las siguieran. Otra forma era utilizar señales de fuego, en las que se erigían una serie de hogueras en las cimas de las colinas cercanas al lugar de la batalla. Cuando se encendía una hoguera, el equipo de la siguiente colina de la cadena la veía y encendía la suya, y así sucesivamente hasta que se encendía la última.


Del mismo modo que un soldado necesita estar en comunicación con el Cuartel General Central de Control de Mando para que le dé instrucciones y sabiduría, le proporcione apoyo aéreo si es necesario, o le informe de lo que le espera, etc., ¡lo mismo ocurre con el soldado espiritual, el cristiano! Nosotros también necesitamos estar en constante comunicación con nuestro Comandante Celestial, Jesucristo, quien es el único que tiene la perspectiva definitiva para ver el campo de batalla de una sola vez y no solo decirnos lo que necesitamos hacer específicamente en una escaramuza, sino también apoyarnos para que podamos tener éxito en nuestra guerra espiritual diaria. ¡En esencia, Pablo está diciendo que esta última pieza de equipo, Oración, es tu Walkie Talkie (transmisor y receptor portátil de radio) Espiritual a Dios para ser usado en tiempos de conflicto!


Continuaremos con esto en nuestra próxima lección.