Efesios 6:15 - ...y como calzado para vuestros pies, habiéndoos puesto la disposición que da el Evangelio de la paz.
¿Qué es el Evangelio de la Paz y cómo lo pongo en mis pies? Consideramos dos opciones:
En primer lugar, es una paz que proclamamos a los demás por Jesucristo. Esto se refiere al «evangelio» o las «buenas nuevas». Las «buenas nuevas» que debemos proclamar a los perdidos es que pueden salvarse y estar en paz con Dios. Algunos sacan esa conclusión de otros pasajes escritos por Pablo que utilizan una frase similar. Romanos 10:13-15 dice: «Porque todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo van a creer en Aquel de quien nunca han oído hablar? ¿Y cómo van a oír sin que alguien les predique? ¿Y cómo van a predicar si no son enviados? Como está escrito: ¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian las Buenas Nuevas! «Aunque pueda parecer la respuesta correcta, no concuerda con lo que leemos en otras Escrituras.
Efesios 6:11 dice que nos vistamos con toda la armadura para que podamos hacer frente a las artimañas del diablo.
El verso 13 dice que necesitamos estar preparados cuando llegue un día malo.
Los versos 14-15 nos dicen que toda la armadura está hecha para ser usada como un todo - para un solo propósito... PARA ESTAR DE PIE.
Compartir el Evangelio es algo bueno y todos estamos llamados a hacerlo, no solo por obediencia a la Gran Comisión - sino que lo hacemos de forma sacrificada, que es precisamente por lo que embellece los pies en primer lugar (Isaías 52:7).
Se cuenta la historia de un pueblo que decía tener los mejores pescadores del mundo. Formaron un club y compartieron todas las mejores técnicas y produjeron los mejores señuelos para la venta, e impartieron clases a todos los que quisieron aprender. Pero estos «pescadores» nunca iban a pescar. Solo hablaban y ganaban dinero dando consejos. Al final alguien se hizo la pregunta: ¿cómo se puede llamar pescador a alguien que nunca va a pescar?
¿Y los que nos llamamos cristianos? ¿Somos verdaderamente cristianos si no seguimos sus pasos y vamos a pescar hombres como Él hizo? Compartir el Evangelio con otros para que puedan tener paz con Dios a través de Jesús no es una opción; es un mandato. Es la Gran Comisión, no una Gran Sugerencia. Es algo que cada uno de nosotros necesita hacer, en lugar de simplemente aprender sobre ello. Es lo que embellece los pies: cuando llevamos la buena nueva del Evangelio. No es solo la buena noticia de la paz, sino también la del perdón.
Continuaremos con la Opción 2 en nuestra próxima lección.