Efesios 6:15 -... y como calzado para vuestros pies, calzados con la prontitud que da el evangelio de la paz.
Los pies de un soldado romano eran calzados con una bota militar de suela pesada que era usada por todos los rangos en todo el Imperio Romano. Ningún otro calzado en la historia fue tan simbólico de la expansión del Imperio Romano como esté afamado calzado. Estas botas militares de diseño abierto se crearon para permitir el libre paso del aire a los pies y así aumentar su comodidad. Si eras soldado y caminabas con el equipo completo hasta 25 millas al día, apreciarías la robustez y frescura de este calzado. A diferencia de las botas militares modernas, estas botas se diseñaron específicamente para reducir la probabilidad de que se formaran ampollas durante estas marchas forzadas, así como otras afecciones del pie incapacitantes, como el pie de trinchera. Normalmente, no se llevaban calcetines, aunque en climas más fríos, como en Gran Bretaña, se utilizaban calcetines de lana.
Otra diferencia importante entre la bota romana y nuestra sandalia moderna es que esta bota estaba provista de clavos de hierro que se clavaban en la suela para darle mayor resistencia, de forma similar a los tacos actuales. Proporcionaban refuerzo y tracción, así como un arma eficaz contra un enemigo caído. Si tu enemigo caía al suelo, ¡podías pisotearlo con él! Así que incluso tus zapatos se convertían en un arma.
Los zapatos eran importantes porque, si los pies de un soldado se hinchan, se ablandan, se cortan o se llenan de ampollas, ese soldado se vería muy perjudicado en el día de la batalla. Ese soldado podría no ser capaz de estar de pie y luchar. Podría no ser capaz de marchar. Podría no ser capaz de manejar adecuadamente sus armas. Ciertamente, no podría avanzar sobre el enemigo.
Pero a menudo no llegamos a ponernos nuestros zapatos espirituales que nos impiden tropezar, y mucho menos averiguar lo que son para la victoria en nuestra batalla diaria con Satanás y los demonios. El mundo nos ha enfocado tanto en tratar de estar a la moda con nuestros zapatos naturales en vez de enfocarnos en los zapatos más importantes de todos - nuestros zapatos espirituales. Nos preguntamos por qué estamos tropezando, dando tumbos y cayendo por todas partes como cristianos. ¡No lo estamos tomando en serio! ¡Todo esto es parte de nuestro equipo de batalla! ¡Necesitamos tener esto en nuestros pies ahora! Eso es lo que la frase implica, «Y vuestros pies calzados con la preparación del evangelio de paz». Otras traducciones dicen, «Con tus pies calzados con la preparación que viene del evangelio de paz». En otras palabras, no estás reflexionando sobre esto mientras tomas una taza de café - considerando si te pondrás o no este calzado. No estás viendo si esto funcionara en tu horario. Aquí no hay demora. ¡Estás preparado! Estás listo. ¿Por qué? Así como este calzado le daba al soldado romano gran tracción y protección y le impedía tropezar en el campo de batalla, nuestros zapatos de paz hacen lo mismo por nosotros espiritualmente. Póntelos y no te los quites.
*¿Qué tipo de calzado llevas hoy: el de Dios o el tuyo propio?