Hace mucho tiempo, Dios preguntó a un hombre: «¿A quién enviaremos?», para que me represente. Y ese hombre, Isaías respondió: «Envíame a Mí. Yo iré».
Antes te dije que Dios te ha elegido para que les hables a otros de Jesús. Esto es increíblemente emocionante, pero también puede ponerte nervioso. No te preocupes: Dios te ha dado el ayudante más increíble: el Espíritu Santo.
Imagina que te dicen que construyas una casa, pero no tienes materiales ni herramientas. Entonces alguien te da todo lo que necesitas para completar la tarea.
Esa es una pequeña imagen de cómo el Espíritu Santo te va a dar todas las herramientas que necesitas para contarle a otros acerca de Jesús. Te vas a encontrar en situaciones donde otros necesitan escuchar acerca de Jesús, y el Espíritu Santo te va a dar valor y las palabras correctas para decir. Eso es lo que
sucedió a los primeros seguidores de Jesús. La Biblia dice: «Todos estaban llenos del Espíritu Santo y
hablaban la Palabra de Dios con valentía». ¡Ese serás tú con la ayuda del Espíritu!
¿Recuerdas cómo Dios le preguntó a Isaías: «A quién enviaremos»? Si Él te hiciera la misma
pregunta, ¿estarías listo para decir...Envíame a mí?