Lea Ester 4: https://www.bible.com/es/bible/127/EST.4.NTV
Un día, Mardoqueo, el tío de Ester, que había llegado a ser como un padre para ella, estaba sentado a la puerta del palacio y oyó por casualidad un complot para asesinar al rey. Mardoqueo envió un mensaje a Ester para que avisara al rey. Así lo hizo, y cuando el rey investigó la acusación, descubrió que era cierta y los dos hombres que conspiraban fueron castigados. El nombre de Mardoqueo fue inscrito en los registros del rey de hechos que debían ser recompensados. Pero luego la hazaña fue olvidada.
Después de esto, el rey ascendió a otro hombre para que fuera lo que llamaríamos su jefe de personal. Este hombre se llamaba Amán, un hombre orgulloso que quería el poder para sí mismo. El rey ordenó que todos en el palacio se inclinaran ante Amán cada vez que pasara.
Pero Mardoqueo no quiso inclinarse ante Amán. Esto enfureció a Amán y decidió destruir a Mardoqueo.
A veces oímos cosas, como le ocurrió a Mardoqueo. ¿Qué hacemos con esa información? La mayoría de las veces solo queremos contárselo a otra persona, y se convierte en chismorreo. Si no nos hemos asegurado de que lo que hemos oído es verdad, pero lo transmitimos de todos modos, estamos "dando falso testimonio", como nos dice la Biblia que NO debemos hacer. Incluso si sabemos que es verdad, estamos haciendo daño a alguien al transmitirlo; en 1 Corintios 13 se nos dice que el verdadero amor cubre los pecados en lugar de contárselos a los demás.
Por esa misma época, Amán fue a ver al rey y le contó una mentira sobre un grupo de personas que vivían en el país y que, según él, estaban decididas a hacerle mal al rey, y le pidió al rey que le permitiera (a Amán) destruirlos a todos. El rey dio su permiso, y Amán fijó una fecha para que todos los judíos del país fueran ejecutados - solo porque odiaba a Mardoqueo.
Mardoqueo le contó a Ester lo que había oído, porque ella era la persona en su vida más capaz de hacer algo bueno con la información. En ambos casos, la información de Mardoqueo afectaba a más personas que a él mismo, y la transmitió para salvar a los que estaban en peligro. Lo hizo sin pensar ni en su propio honor ni en su propio peligro. De la situación que debería haberle traído honor, fue ignorado. De la situación que le trajo peligro, buscó refugio en Dios y allí lo encontró.
*¿Qué haces con la información que oyes sobre otra persona?