Lee Mateo 21 - https://www.bible.com/es/bible/127/MAT.21.NTV


En Mateo 21, Jesús se ofrece a la nación de Israel como su Rey. Es una oferta pública para que todos puedan verlo, entenderlo y aceptarlo o rechazarlo. Mucha gente incluso se adelanta para cantar las canciones y proclamarlo públicamente como su Rey. Esa misma gente será escuchada pocos días después, de nuevo clamando públicamente, pero esta vez por su muerte.


¿Por qué Jesús vino a ellos como un Rey de paz y no de poder y victoria? Parte de la respuesta está en el versículo 5: así lo había profetizado Dios. Pero el otro punto era que Jesús estaba ofreciendo un reino de paz. Ellos, sin embargo, querían guerra, venganza y victoria sobre los que les habían hecho mal. No estaban satisfechos con la paz.


¿Era real su oferta del reino, o era sólo una oferta para aparentar? Su maldición de la higuera nos da la respuesta: esperaba encontrar fruto y maldijo el árbol sólo cuando fue evidente que no lo había. Dios sabía que el pueblo de Israel rechazaría el reino, pero eso no hizo que la oferta fuera menos real - sólo hizo que el pecado fuera mayor porque los líderes religiosos sabían lo que estaban haciendo y pusieron al pueblo en contra de Jesús intencionadamente. Jesús demostró su autoridad para gobernar limpiando el templo, ahuyentando a los que sólo lo utilizaban para su propio beneficio o poder. Los líderes le desafiaron abiertamente, exigiéndole que respondiera a sus preguntas. Una vez más, les devolvió las preguntas, mostrando a la multitud la deshonestidad de las preguntas de los líderes.


Finalmente, para mostrar a todos los oyentes la verdad sobre sus líderes, Jesús contó dos historias. La primera, sobre dos hijos que reciben una tarea de su padre y cómo los hijos responden a estas tareas, muestra cómo Dios espera algo más que un acuerdo verbal con lo que pide a la gente: espera obediencia como prueba de una buena relación. Acusa a los líderes de ser personas que sólo están de acuerdo con Dios verbalmente, pero que no cumplen lo que Dios les pide.


La segunda historia trataba de un propietario que había dedicado mucho tiempo y esfuerzo a hacer rentable su negocio. Entonces, cuando tuvo que salir del país por un período de tiempo, puso a sus empleados a cargo de su negocio, pidiéndoles que se ocuparan de él hasta su regreso. Durante un tiempo, envió a otros empleados a ver cómo iba el negocio, pero los empleados que habían quedado a cargo pensaron que podrían quedarse con el negocio si se deshacían de estos mensajeros. Cuando finalmente el dueño envió a su hijo a traer un informe, los empleados lo mataron.


Lee los dos últimos versículos de este capítulo: los líderes religiosos sabían que Jesús había sido enviado por Dios, pero decidieron matarlo de todos modos.


*¿Cómo nosotros como cristianos le decimos a Dios que lo honraremos y sin embargo hacemos lo que nos agrada a nosotros en vez de a Él?